El español buscará su primer título en las Nitto ATP Finals

En las escaleras de la Gallerie d’Italia, dentro de la majestuosa Piazza San Carlo, Rafael Nadal cuenta que su hijo, nacido el pasado mes de octubre, le acompaña en Turín, donde desde el próximo domingo jugará por undécima ocasión las Nitto ATP Finals. El español, que tiene la oportunidad de terminar el año como No. 1 del Pepperstone ATP Rankings por sexta ocasión en su carrera, busca el único gran título que le falta, y que pondría el broche de oro a una temporada inolvidable.

“Llego sin ritmo, pero en Paris estaba jugando bien, ganando set y break a un buen jugador como Tommy Paul”, aseguró a ATPTour.com el No. 2 del mundo, que cayó a la primera en el Rolex Paris Masters. “Estoy contento porque he podido entrenar y vengo con la ilusión de hacerlo bien. Si no pensara que tengo opciones de luchar por lo que he venido no estaría aquí. Creo que tengo mis posibilidades”.

Después de estar varias semanas sin jugar, Nadal regresó a la competición en el ATP Masters 1000 de Paris-Bercy, despidiéndose en su estreno ante el estadounidense Paul en tres sets, con una evidente sensación de agotamiento.

“No me ocurrió nada importante”, confesó el español. “Mucho tiempo sin competir. Tuve un pequeño problema en el estómago. Estaba con náuseas al final del tercer set, me sentí fatal, pero no dije nada porque no daba lugar”, añadió. “Estoy bien. Un día malo y luego pude volver a entrenar normalmente sin problemas”.

“Es evidente que en los últimos cinco meses he jugado muy poco”, prosiguió el campeón de 22 torneos de Grand Slam. “Desgraciadamente pasó lo que pasó en Wimbledon y desde ahí he jugado muy poco. Han sido un cúmulo de circunstancias negativas a nivel físico”, añadió. “Para mi es importante terminar el año compitiendo, algo que no pude hacer en 2021. Nunca se sabe. Muchas veces en el deporte las cosas cambian radicalmente. Estoy jugando bien. Es mejor llegar con confianzas y victorias porque aquí no hay margen de error jugando contra los mejores”.

Después del sorteo del jueves, Nadal comparte el Grupo Verde junto a Casper Ruud, Felix Auger-Aliassime y Taylor Fritz. Con un balance de 5-1 ante todos los jugadores de su grupo, el sorteo parece favorable para que el español pueda avanzar a las semifinales.

“Aquí sabes que juegas contra los mejores”, afirmó el mallorquín. “Puedes tener una serie de preferencias, pero si no juegas a un nivel muy alto no vas a tener opciones reales. No me gusta volver de una lesión en Cincinnati o Paris, donde vas a jugar contra alguien muy bueno desde el inicio. Casi es preferible volver en un Grand Slam si estás bien físicamente”, razonó. “Uno se alimenta de las victorias, y en los grandes hay más margen en los sorteos si no tienes mucha mala suerte, pero estoy con ilusión y bien”.

Ese “bien” que dice Nadal incluye sus recurrentes problemas en el abdominal, que le han acompañado durante la segunda mitad de la temporada con demasiada frecuencia.

“Llevo tiempo sacando normal”, aseguró Nadal. “Desgraciadamente me he roto dos veces el abdominal este año: en Wimbledon y en la semana previa del US Open, aunque no hubiese dicho nada. Eso me obligó a sacar de una manera diferente a la mía”, apuntó. “Es lo que hay. Uno tiene que convivir con lo que tiene. Es importante para mí jugar algunos torneos de manera consecutiva. Necesito continuidad, como la que tuve hasta en Indian Wells”, pidió. “A ver si el año que viene lo consigo, por eso me he apuntado a jugar la United Cup la primera semana de la temporada. Quiero pasar más días en el circuito, compitiendo y entrenando. A estas alturas de mi carrera, uno se retroalimenta de la ilusión, de verse competitivo entrenando con los mejores”, prosiguió Nadal. “Eso me ha faltado en los últimos cinco meses. He pasado muy pocos días en el circuito, por temas físicos y personales. Vamos a intentar coger de nuevo la dinámica”.

De momento, Nadal solo piensa en Turín, donde buscará ese gran trofeo que le falta en su currículo.

“Como decía, me ha faltado ser mejor”, repitió el español. “Es la realidad del deporte. Ser mejor jugador en indoor. Darme más oportunidades. Me he clasificado 17 veces, pero no he estado competitivo esas 17 veces”, siguió. “No sé cuántas veces he podido jugar el torneo con opciones reales. Me ha faltado ser mejor en pista cubierta, que es donde siempre he jugado este torneo, en condiciones rápidas. Históricamente ha sido la peor superficie para mí. No es un tema de nervios. He ganado cosas en mi carrera que no me han causado esa sensación. Simplemente no he sido lo suficientemente bueno en esta parte del año y en estas circunstancias para ganar este torneo”.

Sin embargo, el español tiene clavada una espinita reciente: su derrota en las semifinales de las Nitto ATP Finals de 2020 contra Daniil Medvedev, que consiguió la victoria en tres sets.

“Es cierto que en estos últimos años he mejorado de manera positiva en esta superficie”, celebró Nadal. “En 2020, cuando caí con Medvedev, perdí la oportunidad mas clara de mi carrera. Es una de las derrotas que me han dolido durante una temporada”.