El croata reflexiona sobre el séptimo título Nitto ATP Finals de su equipo

El destino de Novak Djokovic en las Nitto ATP Finals estaba fuera de sus manos cuando Holger Rune se enfrentó a Jannik Sinner en el último partido del Grupo Verde. Si Rune hubiera ganado, el danés habría llegado a semifinales y Djokovic habría quedado eliminado. Cuando Sinner ganó ese partido en tres sets, el entrenador de Djokovic, Goran Ivanisevic, tenía plena confianza en su pupilo.

"Tengo que agradecer un poco a Jannik que nos diera una pequeña ayuda y empujón para que estuviera en semifinales. Pero yo sabía que en cuanto se metiera en semifinales, iba a ganar el torneo", declaró Ivanisevic. "La mentalidad cambió. El nuevo Novak Djokovic llegó a la pista a partir del sábado. Cuando el verdadero Novak Djokovic llega a la pista, entonces [en ese] momento [no] hay nadie que pueda jugar con él".

Djokovic fue con marca de 2-1 en la zona de grupos y necesitó tres sets en sus tres partidos. Pero ante Carlos Alcaraz, en semifinales, y el jugador que le derrotó en la fase de grupos, Sinner, por el título, el serbio encontró una nueva marcha.

El jugador de 36 años no perdió más de tres juegos en un set contra ninguno de los dos, camino de su séptimo título récord en las Nitto ATP Finals. Ivanisevic supo enseguida que su mentalidad había cambiado.

"Puedo verlo en sus ojos, en su enfoque cuando viene al pequeño vestuario, cuando viene a la pista de entrenamiento. El calentamiento fue diferente. El calentamiento fue positivo. Cuando entró en la pista contra Alcaraz por primera vez esta semana, desde el primer momento se animó, levantó el puño. En cierto modo, fue muy positivo", declaró Ivanisevic. "Aunque Alcaraz no jugara un tenis increíble -le faltaba mucho para su nivel-, aunque Alcaraz jugara con la izquierda, no se le podía ganar por 6-3 y 6-2".

"Se le veía en los ojos. Es muy difícil ganar a Novak dos veces en una semana en el mismo torneo. Hoy ha sido un partido completamente distinto, completamente diferente. Tácticamente Novak jugó completamente diferente que el martes". 

Eso no significa que la semana fuera fácil. De hecho, Ivanisevic reveló que durante un tiempo el equipo de Djokovic no tuvo noticias del No. 1 del mundo después de que perdiera contra Sinner.

"No es fácil tratar con él cuando está perdiendo el partido. El martes por la noche terminó tarde. El miércoles no le vimos en absoluto. Hasta el jueves no supimos lo que pasaba, la verdad", dijo Ivanisevic. "Estábamos en la habitación. No sabíamos si nos íbamos a casa, si íbamos al calentamiento contra Hurkacz. Estábamos sentados. Al final nos enteramos de que va a jugar".ç

Djokovic encontró una forma imperiosa en el partido. No perdió el saque ni contra Alcaraz ni contra Sinner, salvando los seis puntos de ruptura a los que se enfrentó contra ellos combinados. Según Ivanisevic, el 98 veces campeón del circuito siempre está en busca de un nivel superior.

"Es muy difícil mejorar con él", dijo Ivanisevic, esbozando una sonrisa. "Pero él quiere mejorar. Eso es lo bueno y lo malo para mí como entrenador y para el resto del equipo. Creo que ha mejorado mucho sus voleas, su juego en la red y su posición en la red. Ahora, cuando sube a la red -hoy ha fallado algunas voleas fáciles-, pero en general esta semana y este año juega unas voleas increíbles".

"Su posición en la red es mucho mejor. Es muy difícil pasarle. Antes era muy fácil pasarle. Ahora sabe lo que hace en la red. Se siente cómodo en la red. En la final del US Open jugó dos o tres voleas [muy] importantes contra Medvedev. No tiene miedo de subir a la red. Golpea las derechas mucho, mucho más fuerte. Va a por todas. Con el saque, creo que con el segundo, a veces supera los 200 [km/h]. Va a por todas".